LECTURAS 2017/2018

26 SEP 17 Manual para mujeres de la limpieza - Lucía Berlin

30 OCT 17 Patria – Fernando Aramburu

21 NOV 17 24 horas en la vida de una mujer – Stephan Zweig

19 DIC 17 La calle de la judería - Totti Martinez de Leza

30 ENE 18 Demonios familiares – Ana Mª Matute

27 FEB 18 Media vida – Care Santos

20 MAR 18 El blog del Inquisidor - Lorenzo Silva

24 ABR 18 Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido – Paloma S. Garnica

29 MAY 18 El domingo de las madres – Graham Swift

26 JUN 18 Ojo de pez - Antonio J. Ruiz Munuera

miércoles, 23 de febrero de 2011

Pedro Zarraluki – Todo eso que tanto nos gusta…

Carmen les dice a los compas que me ha gustado muchísimo el libro, no lo puedo comentar en persona pero por este medio te digo que cualquiera de los personajes que salen son una maravilla.

Para comentar todos desde el primero hasta el ultimo tiene su miga de importancia y muy positivos para la vida.

No tienen desperdicio. No vale solo fijarnos en los protagonistas pues hasta la prostituta tiene su encanto. TODOS ,A todos les he sacado un beneficio para la vida, ha sido una gozada leerlo, hasta los que no salen en escena como Susana y David, tienen su intriga.

Comentario de Mari Carmen Gilabert.

Comentario de Mandarache: Puntuación : 10

Como el propio autor nos dice es una novela que nos muestra la posibilidad de reinventarse.

Zarraluki , gran creador de personajes ,donde cada uno de ellos aporta su vivencia.

Como un mismo hecho puede tener un prisma diferente, dependiendo de la persona que lo cuente.

Pero la mejor de comentar este libro es citando las numerosas frases que son tan esclarecedoras:

“ Estrenaba la vejez como derrota”

“ Todo tiene que acomodarse a la realidad para poder convivir con ella.”

“ Para una madre, un hijo es una persona inevitable.”

“ La gente se esfuerza para ser feliz, cierra los ojos y se engaña a sí misma si hace falta.”

“Había en el aire un estancamiento de penas anticipadas.”

“Las guerras tienen un cosa buena, sólo una: Nos enseña con gran crueldad lo que estamos a punto de perder. La vida misma se muestra como lo que es, un tesoro frágil. En la guerra la vida es sagrada. Y sin embargo ahora, en estos tiempos miserables, la protegemos con cicatería, como el dinero cuando lo metemos en el banco. Ya no sabemos lo complicado, lo difícil, lo maravilloso que es sobrevivir. Eso sólo se sabes cuando se ha vivido una guerra o cuando uno se ha hecho tan viejo que vuelve a necesitar arriesgarse. No quiero una guerra, Dios me libre, pero sí emociones.”

“Los cafés son el perfume de la democracia.”

“Las cosas deberían estar todas en el lugar que le correspondía, incluidas las personas.”

“Creía que había que regresar al desorden improvisado en el que acostumbras a sobrevivir y que te permite, si no otra cosa, por lo menos reconocerte en el espejo”