LECTURAS 2017/2018

26 SEP 17 Manual para mujeres de la limpieza - Lucía Berlin

30 OCT 17 Patria – Fernando Aramburu

21 NOV 17 24 horas en la vida de una mujer – Stephan Zweig

19 DIC 17 La calle de la judería - Totti Martinez de Leza

30 ENE 18 Demonios familiares – Ana Mª Matute

27 FEB 18 Media vida – Care Santos

20 MAR 18 El blog del Inquisidor - Lorenzo Silva

24 ABR 18 Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido – Paloma S. Garnica

29 MAY 18 El domingo de las madres – Graham Swift

26 JUN 18 Ojo de pez - Antonio J. Ruiz Munuera

martes, 29 de marzo de 2016

La Bilbioteca te invita a hacerte un "selfie" pero leyendo


La biblioteca de San Javier ha lanzado una original campaña de promoción de la lectura bajo el título “En San Jaivier se Lee”, llevando la lectura a los omnipresentes “selfies”. La campaña anima a los ciudadanos a fotografiarse en un momento de lectura en un lugar reconocible del municipio de fondo y enviar la imagen, con seudónimo, al número whatsApp de la biblioteca de San Javier: 636484114.

Las fotos o selfies se podrán enviar hasta el próximo 18 de abril y 2 días después se colgarán todas las imágenes recibidas en la web, facebook y twitter de la biblioteca coincidiendo con la publicación, también en redes sociales, del ganador del concurso con su seudónimo. El ganador deberá contactar con la biblioteca para de forma presencial aportar sus datos y poder disfrutar del premio que consiste en una noche con desayuno incluido en el Hotel Mar Menor, de Santiago de la Ribera. El único requisito para participar es ser mayor de 18 años.

lunes, 28 de marzo de 2016

UN JARDIN AL NORTE – BORIS IZAGUIRRE 1 de marzo

Presentadora: Mª Josefina
Artistas invitados: Loli, Charo, Inma, Juana, Alicia, Nuria, Juan Ernesto y Carmen.

Petaloso = Con muchos pétalos y oloroso es la nueva palabra inventada por un niño de 8 años en Italia.

Del libro de Boris podemos decir bochornoso, frívolo, insustancial, misogino, penoso., anodina, es un corta y pega.

Puntuación: 3,06 Bochornoso

De todas formas todo autor merece una oportunidad por muy oportunista que este sea.

Juan Ernesto nos presentó su proyecto para editar un libro de poesía. Tienes todo nuestro apoyo.

“El miedo terminará por se nuestro sueño, nuestra pesadilla, nuestro alba y nuestro atardecer.”

Bueno siempre nos quedan nuestras cenas...

PALMERAS EN LA NIEVE – LUZ GABAS 26 de enero


Capataz: Inma
Trabajadores: Mª Josefina, Mariajo, Charo, Nuria, Icha, Juan Ernesto, Carmen


Un título atrayente para un libro que promete pero no convence, por este motivo Inma propuso el libro.
Un buen argumento con una historia que si en vez de enfocarla como historia de amor se hubiera enfocado como novela historia y estuviera bien escrita podría haber sido un buen libro , no pasando de mediocre siendo muy previsible.

Es más un guión que una novela.

La relación entre Guinea y España, una historia de amor apasionante que no se ha trasmitido que la autora no ha sabido trasmitir.

Da pinceladas de bastantes temas interés sin profundizar, convirtiendo la novela en un folletín.

“Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran.”


Puntuación: 5.3

25 de Enero aniversario del taller, 12 años.

El 25 de Enero en Escocia se rememora la figura de Robert Burns ,poeta romántico que escribió
AULD LANG SYNE


Should auld acquaintance be forgot,
and never brought to mind ?
Should auld acquaintance be forgot,
and auld lang syne* ?
CHORUS:
For auld lang syne, my jo (or my dear),
for auld lang syne,
we’ll tak a cup o’ kindness yet,
for auld lang syne.
We twa hae run about the braes,
and pu’d the gowans fine ;
But we’ve wander’d mony a weary fit,
sin auld lang syne.
CHORUS
We twa hae paidl’d i'the burn,
frae morning sun till dine ;
But seas between us braid hae roar’d
sin auld lang syne.
CHORUS
And there’s a hand, my trusty fiere !
and gie's a hand o’ thine !
And we’ll tak a right gude-willy waught,
for auld lang syne.
CHORUS

¿Deberían olvidarse las viejas amistades
y nunca recordarse?
¿Deberían olvidarse las viejas amistades
y los viejos tiempos?
ESTRIBILLO:
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de cordialidad
por los viejos tiempos.
Los dos hemos correteado por las laderas
y recogido las hermosas margaritas,
pero hemos errado mucho con los pies doloridos
desde los viejos tiempos.
ESTRIBILLO
Los dos hemos vadeado la corriente
desde el mediodía hasta la cena,
pero anchos mares han rugido entre nosotros
desde los viejos tiempos.
ESTRIBILLO
Y he aquí una mano, mi fiel amigo,
y danos una de tus manos,
y ¡echemos un cordial trago de cerveza
por los viejos tiempos!.
ESTRIBILLO
¿Quién no la ha cantado alguna vez en su vida?


HISTORIAS DE NEW YORK – ENRIC GONZALEZ Protagonista de la tertulia del 15/12/15


Alicia Antonio, Inma, Juana, Mariajo, Icah, Nuria, Pepi, Loli, Charo, Pili, Juan Ernesto y Carmen.

Podemos considerar Historias de Nueva York como un ensayo o una guía de viaje, un libro de vivencias, de experiencias que pueden que sirvan al lector para conocer mejor a la Gran Manzana.

La relación que la ciudad tiene con el dinero, es la cuna del todo, la competencia voraz de sus habitantes.

Con referencia a la 11S, la prensa escrita jugó un papel tranquilizador, la imagen es transitoria. Las palabras son poderosas.

“Ningún problema puede resolverse hasta que se reduce a su forma más simple”

“El cinismo es un extraordinario analgésico”


Puntuación: 6,8

sábado, 26 de marzo de 2016

A falta de resumen de lo que leemos...

compartimos el resumen de lo que comemos...






Tercera entrega del monográfico de Tertulias by Antonio Lois

Entre los siglos XIX y XX hubo una gran tertulia bibliófila y erudita en el palacio y biblioteca sevillana de Juan Pérez de Guzmán y Boza, a la que asistía su hermano gemelo Manuel, marqués de Jerez de los Caballeros. Ambos propietarios de las bibliotecas privadas más importantes de la España de entonces. A esa tertulia asistían: Francisco Collantes de Terán, Manuel Gómez Imaz, José María de Hoyos y Hurtado, Luis Montoto, Cano y Cueto, Joaquín Hazañas y La Rúa, José Vázquez y Ruiz, José Gestoso y Pérez, Francisco Rodríguez Marín, el impresor Enrique Rasco y cuando pasaba por Sevilla, Marcelino Menéndez Pelayo, entre otros. De ámbito más reducido era la tertulia nocturna, también erudita, de Juan Valera en su casa en Madrid, que reunía al citado don Marcelino Menéndez Pelayo, a Ramón Pérez de Ayala y otros. El primer tercio del siglo XX fue muy abundante en tertulias. El centro más importante era el Nuevo Café de Levante; desde los últimos años del siglo XIX hasta la guerra europea, este fue el centro de reunión de las tertulias más importante de Madrid, al que no dejaban de acudir tanto consagrados como jóvenes promesas y escritores caídos en el olvido. Todos acudían allí para dar a conocer sus obras y pensamientos. En palabras de Valle-Inclán, “el Café de Levante ha ejercido más influencia en la literatura y en el arte contemporáneo que dos o tres universidades y academias”. En la ciudad universitaria de Salamanca, el Café Novelty hizo desde 1905 de punto de encuentro de la vida cultural de la ciudad, habitual ha sido la presencia de literatos en sus mesas, como Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Carmen Martín Gaite, Francisco Umbral, Torrente Ballester o Víctor García de la Concha. En el madrileño Café de Fornos estaba una, de raíz muy antigua, que se conocía como la de Vital Aza, pasado Virgen de los Peligros, y allí se reunía una gavilla cosmopolita compuesta por artistas, escritores, actores y actrices, toreros, futbolistas. En el Café de Gato Negro, en la calle del Príncipe, junto al Teatro de la Comedia, Jacinto Benavente mantenía una tertulia modernista. Tenía techo bajo, escasa iluminación, grandes divanes y, al fondo, un postizo que por las noches se abría y comunicaba el Café con el Teatro. Dos tertulias fueron rivales en promocionar la vanguardia artística a principios del siglo XX; Rafael Cansinos Assens tenía una itinerante que empezaba en el Café Colonial de Madrid, cerca a la Puerta del Sol, donde se daba cita un público variadísimo, en el que destacaba la presencia de pintores, artistas y poetas extranjeros llegados a España con la guerra de 1914; rival suya era la de Ramón Gómez de la Serna, en el antiguo Café y botillería de Pombo, en la calle Carretas; esta era acaso la más importante y seguida de Madrid y en su nacimiento se prohibió hablar de la guerra, sirviendo de refugio a todos aquellos que se hartaban en otros cafés donde sólo se hablaba de eso. Se establecía los sábados por la noche, después de la hora de cenar; en su viejo sótano se reunían incluso hasta las tres de la madrugada; pero había muchas otras. José Ortega y Gasset tenía la suya en La Granja del Henar; en el Café Marfil, esquina Cedaceros, pasó Jacinto Benavente sus últimos días como tertuliano; en el Café León se daban tertulias de eruditos y periodistas. Al Café del Prado, en la calle del Prado, amplio, con espejos y veladores de mármol, acudieron a lo largo de su historia Gustavo Adolfo Bécquer, Ramón y Cajal, Menéndez Pelayo, Buñuel y Lorca, o el académico Melchor Fernández Almagro. El Café Español era frecuentado por los hermanos Manuel y Antonio Machado, contertulios también del Café Comercial, que como los del Café Europeo acabarían en el Café Gijón, cuya fama e influencia en los ambientes literarios aumentarían durante la posguerra. En la Cervecería de Correos comenzaron a reunirse los jóvenes poetas de la Generación del 27 y allí fue donde Lorca se citaba con los escritores y antiguos compañeros de la Residencia de Estudiantes; en el café Jorge Juan lideraba tertulia José Francés; en el café de Roma Gregorio Marañón y sus pupilos del Ateneo de Madrid preparaban proclamas contra la monarquía agonizante. En el Café Lyon se daban varias tertulias. La primera contaba con personajes como José Bergamín, Ignacio Sánchez Mejías y Melchor Fernández Almagro, entre otros; la segunda era llamada «tertulia del banco azul», pues estaba formada por hombres del Gobierno de la República; la tercera era la de Pittaluga, Guillermo de Torre, Obregón y Francisco Ayala, entre otros; por último, se congregaba a la noche una tertulia que dirigía de vez en cuando Ramón María del Valle-Inclán, con Anselmo Miguel Nieto, Salvador Pascual, Penagos... Tras la Guerra Civil se fundó la tertulia de Antonio Díaz-Cañabate y José María de Cossío en el Café Aquarium de Madrid, pero luego se trasladó al Café Kutz y por fin al Lyon d'Or, como cuenta en su Historia de una tertulia (1952) el escritor que le dio nombre. Hacia 1955 se reunió en el Lyon la tertulia de los narradores de la generación de 1955 o del medio siglo, presididos por Antonio Rodríguez Moñino, que había sido expulsado de su cátedra por sus simpatías hacia la República. Allí se reunían Alfonso Sastre, Rafael Sánchez Ferlosio, e Ignacio Aldecoa, entre otros, que des de 1949 se reunían en la famosa tertulia del café Gambrinus, primero teatral y literaria, luego filosófica y por último artística. En otros lugares de España proliferaron también las tertulias; fue famosa la tertulia del Rinconcillo en Granada, donde estuvieron Federico García Lorca y Manuel de Falla, entre otros grandes intelectuales. Se encontraba en la Plaza de los Campos, en un café - llamado Café Alameda.
Tertulias en la literatura 
Siendo tan literarias, las tertulias han engendrado una literatura más bien informal sobre sus actividades. Existen libros más o menos serios aunque meramente recreativo, como el de Francisco de Paula Mellado (“Tertulia de invierno”, 1831). Llegaron luego los de Juan José Bueno (“Tertulia literaria. Colección de poesías selectas leídas en las reuniones semanales celebradas en casa de Juan José Bueno, Sevilla”, 1861); Eugenio Rodríguez Ruiz de la Escalera ("Monte-Cristo", “Los salones de Ma drid”); Antonio Espina (“Las tertulias de Madrid”); Ramón Gómez de la Serna (“La sagrada cripta de Pombo”); Rafael Cansinos Asséns (“La novela de un literato”); Antonio Díaz Cañabate (“Historia de una tertulia”, 1952); Enrique Romeu Palazuelos (“La Tertulia de Nava”, 1977); Antonio Bermejo (“Tertulia de la nave errante”, 1993); Juan Ángel García Torres (“Trasfondo histórico de una tertulia madrileña: Valle-Inclán y el Café de Levante”, 1978); Ignacio Sanz y Francisco Otero (“Las palabras vuelan. 25 años de la tertulia de los martes”, Segovia, 2007); Francisco Molíns (“La tertulia”, 1994); José Martínez Arenas (“La tertulia del bar Lauro”, 1963); Pablo Beltrán de Heredia (“El doctor Díaz Caneja y su tertulia”, 1990), Martín López-Vega (“Tertulia Oliver”, Gijón, 1995); Francisco Umbral (“La noche que llegué al café Gijón”); Alfonso Reyes (“Tertulia de Madrid”, 1949); Carlos Muñoz (“El Trascacho, historia de una tertulia literaria”, 1981); José Miguel Torres Medina (“Mi tertulia y su entorno. Anécdotas y recuerdos de una tertulia taurina”, 2006); María Aurelia Capmany (“Aquelles dames d'altre temps: una crònica de la Barcelona de fi de segle a través dels comentaris aguts i divertits d'una tertúlia d'amigues”); Adelaida Las Santas (“Versos con faldas. Breve historia de una tertulia literaria fundada por mujeres en el año 1951”, 1983) y Fernando Díaz-Plaja (“Arte de hablar”). Pero también obras de ficción, como las de Ramón María del Valle-Inclán (“Una tertulia de antaño”); Pío Baroja (“La tertulia de Paco Lecea”); Álvaro Cunqueiro (“Tertulia de boticas prodigiosas”, 1976); Rosa Chacel (“Tertulia en el bar Himeto”); el ya citado Antonio Díaz Cañabate (“Tertulia de anécdotas”, 1974); José Robles (“Tertulias españolas”, 1938); Miguel Pérez Ferrero (“Tertulias y grupos literarios”, 1974); Mariano Tudela (“Aquellas tertulias de Madrid”, 1985); José Alberto Vallejo del Campo (“Tertulias y círculos intelectuales del Santander de la restauración”, 2008); Antonio Velasco Zaza (“Panorama de Madrid. Tertulias literarias”, 1952); Antonio Gallego Morell (“Las tertulias románticas en España", 1973); Antonio Bonet Correa (“Los cafés. Cafés históricos, Tertulias románticas, Cafetines y tabernas, Cafés y vanguardias, etc”, 1987).